El musical The Book of Mormon llega por fin a Madrid, tras haber cautivado a incontables espectadores en Broadway desde hace 12 años y también en Londres desde hace 10, entre otros muchos países.
Se le considera por la crítica la gran comedia musical de referencia. Los elogios que recibe son equivalentes a las carcajadas que genera en escena y, desde luego, a los inacabables aplausos que despierta por la calidad de su coreografía, interpretación y escenografía.
The Book of Mormon es una cita imprescindible para los amantes de los grandes musicales, así como también para quienes disfrutan con teatro sorprendente que no caiga en estereotipos.
De ello se encargan sus dos protagonistas, unos jóvenes misioneros mormones que viajan a una peligrosa región de Uganda (África), con el fin de evangelizar a los nativos.
La sátira a la religión va cobrando forma desde el primer momento, conforme se hace constatable que en la pequeña villa de Uganda que descubren los misioneros hay problemas más acuciantes que la fe. Pero de forma inesperada, la obra se va transformando durante sus aproximadamente 2 horas de duración, en una auténtica crítica social ante la actitud del resto del mundo hacia la situación de África.
De esta forma, comedia y drama consiguen un equilibrio que pocas veces se disfruta en un escenario, sobre todo en base a unas canciones perfectamente integradas, con las que la trama va evolucionando, a la par que los protagonistas, hacia una resolución inesperada que solo se disfruta si se compran las entradas para ver The Book of Mormon en persona.
La obra consigue combinar humor ácido con sátira social, crítica religiosa, ritmo vertiginoso y un mensaje de esperanza y fe, que a veces cala más en los espectadores que en los incautos protagonistas.
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