Cuatro intérpretes en el escenario con una premisa muy clara: uno de ellos morirá. ¿Quién? Solo el público lo sabe. Una obra de teatro única e irrepetible en cada representación. Las actrices y los actores no sabrán quién será el fallecido, el asesino o los sospechosos, ni el motivo de la muerte, donde pasará la acción ni en qué época.
Todas estas preguntas y otras será el público quien las responderá. Humor, misterio y un crimen en long form, un formato de improvisación poco explotado en nuestro país.
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