La historia es sencilla. Vanessa está muerta, pero no quiere desaparecer y ser olvidada. Por eso, su fantasma vaga por una casa en plena mudanza, asegurándose de que será recordada bien, como un ser único e insustituible.

El texto describe con humor la lucha de una familia con el paso del tiempo, con el recuerdo. Porque no es fácil recordar y tampoco lo es olvidar. Nuestras vidas pasan en medio de nuestros fantasmas personales que no dejan de aparecer y desaparecer.

La vida suspesa es un texto que nos permite de conocer por primera vez en Cataluña a Lucia Calamaro, una de las voces más interesante de la dramaturgia italiana contemporánea.

Dirigida por Roberto Romei