Dos hermanos tienen la tradición de reunirse una vez en el año para ponerse al día del estado de sus vidas. Una tradición que sus mujeres detestan y que hace años que dura y que se mantiene casi por inercia. De momento, nadie se ha atrevido a cuestionarla.  

Hablamos de una cena familiar, en una comedia con pequeños toques de humor, donde la obra se inscribe en el subgénero de “mesa parada” que cumple todos los requisitos que hay que exigir para hacer andar el encuentro de dos hermanos alejados desde hace tiempos y sus mujeres alrededor de una quiche de espinacas, un pastel de queso y varias botellas de vino en una encarnizada confrontación que salpicará todos juntos. La velada acabará de una manera que nadie podrá olvidar.